lunes, 5 de septiembre de 2016

El buen trato

El concepto de trato refiere a la acción y efecto de tratar. Este verbo tiene diversos acepciones, como el proceder con una persona (ya sea de obra o de palabra) o la relación con un individuo.

Puede entenderse al trato como la forma de comunicarse o de establecer un vínculo con otra persona o con un grupo de sujetos. Por ejemplo: “Es un muchacho simpático, muy agradable en el trato cotidiano”“No soporto cuando los padres le dan ese tipo de trato a sus hijos”“Me siento cómodo con el trato que me dan en la empresa, pero creo que no puedo crecer a nivel profesional”.
La noción de buen trato está vinculada al tipo de trato que se considera ético o correcto desde el punto de vista moral. Si existe un buen trato (aprobado y aplaudido), hay otro trato que puede ser condenado: el maltrato.

El buen trato a nivel familiar se logra cuando la persona brinda el espacio y el tiempo para relacionarse con sus hijos o su pareja, con alegría y dispuesta a descubrir las necesidades del otro.
A la hora de fomentar el buen trato en el seno familiar y social entre adultos y jóvenes, se establecen una serie de valores o de pilares que son fundamentales para poder conseguir aquel. Entre los mismos se encuentran la comunicación, el conocimiento mutuo, el respeto o el amor.
Asimismo se aconseja que es fundamental el permitir la autonomía del pequeño, el ponerse siempre psicológicamente en la posición de la otra persona para poder entenderla o el identificar las emociones.
Es importante establecer que existen diversos pactos para fomentar lo que es el buen trato en lo que respecta a los niños. En muchos países se llevan a cabo acciones encaminadas a lograr aquel y que están basadas en lo que son los derechos de los más pequeños.
No obstante, además de todo lo expuesto, es significativo determinar que también el buen trato es imprescindible no sólo a nivel social o familiar sino también comercial. En concreto, nos estamos refiriendo a lo que es la atención que en cualquier negocio o empresa se ofrece al cliente pues sólo de esa manera se conseguirá que aquel adquiera los productos, contrate los servicios e incluso posteriormente vuelva a confiar en la misma entidad.
En este aspecto, las claves del buen trato son ofrecer seguridad, hacer uso de un lenguaje corporal y verbal tanto sencillo como cercano, saber escuchar, ser respetuoso y amable, brindar cortesía y simpatía, dar buena muestra de profesionalidad, dar imagen de fiabilidad e incluso dejar patente que se es creíble.
A nivel laboral o social en general, el buen trato aparece vinculado al respeto y la solidaridad. El uso de expresiones como “por favor” o “gracias” forma parte del buen trato.


El buen trato, de todas formas, no sólo se expresa a través de palabras, sino que también puede advertirse en el contacto físico (un beso, un apretón de manos, un abrazo) o en actitudes (prestar atención cuando habla otra persona, dejar pasar a una embarazada en una fila, recoger un papel que se le cayó a un anciano y devolvérselo).

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